Crónica Escuela vs Uni

Un sábado cualquiera en Pomar

Son las 9.00 am de un sábado y en Pomar de Cinca hace frío y mucha humedad. A pesar de todo, el cielo indica que según avance la mañana podremos disfrutar de un gran día de rugby.

 Poco a poco van llegando los coches de los primeros voluntarios del Quebrantahuesos que, muy madrugadores, comienzan a prepararlo todo: encender el fuego para asar la carne, limpiar baños y vestuarios, preparar las actividades… los animosos jugadores del sub16 ayudan a marcar el campo dirigidos por un jugador del Senior mientras unas cuantas chicas del femenino ayudan con el material para jugar a “Rugby Cinta”. Coordinándolo todo y sin parar, de un lado para otro, Héctor Pérez va dando las órdenes necesarias. Y es que todo tiene que estar preparado porque, a las 10, llegarán los niños de la Escuela.

 

 

El Quebrantahuesos nació en el año 2012 con la intención de formar un equipo de rugby masculino. Pero en seguida la llama prendió por toda la provincia y también muchas chicas y niños se acercaron a preguntar si había equipo para ellos. De allí surgió la necesidad de montar una Escuela de Rugby que permitiera la práctica del rugby a edades tempranas. Con muchísimas dificultades y a pesar de todo lo que hay que mejorar, puede decirse que esto ya es una realidad. El Quebrantahuesos tiene jugadores en todas las categorías desde Sub8 hasta Senior, pudiendo presentar equipo completo en todas ellas. Es una hazaña increíble si se tiene en cuenta que para lograr esto se ha tenido que hacer promociones y montar escuelas en Huesca, Barbastro, Monzón, Binéfar, Tamarite, Graus, Aínsa, Almacellas, Fraga…

 

A las 10.00 am comienzan a llegar los niños. Los primeros en llegar son los de Aínsa, y poco a poco los demás niños de Monzón, Huesca, Graus…

Dirigidos por sus monitores, comienzan a hacer el calentamiento previo a las actividades preparadas para ellos. Se les nota aún un poco adormilados y ateridos por el frío pero son un grupo alborotador y bullicioso que enseguida comienza a correr por el campo pasándose el balón. Hoy no han venido demasiados niños, pero serán más de 40 los que en dos grupos (sub8/sub10 y sub12/sub14) están aprendiendo y divirtiéndose. Niños de toda la provincia, de los pueblos pequeños como Boltaña y de la capital oscense.

 

Desde la grada, los padres charlan entre ellos amistosamente mientras comparten un caldo y un bocadillo de panceta. Hay un pequeño grupo, claramente formado por extranjeros que llama la atención a cualquier persona observadora. Lo conforman un matrimonio australiano, un hombre inglés y otro escocés que hablan animadamente en inglés. Todos están afincados en Aínsa y su entorno y tienen niños en la escuela de rugby del pueblo. Merece la pena hacer un inciso para hablar de esta escuela: Aínsa es un pueblo de 3.500 habitantes situado en una de las zonas más despobladas de España, el Sobrarbe. Sin embargo, allí el rugby ha enganchado con fuerza y tienen su propia escuela para sub10 y sub12 e incluso hay un jugador sub16 que juega en la Selección Aragonesa. El carácter duro y sufrido de los montañeses parece casar muy bien con el espíritu del rugby y por ello, la vinculación entre Aínsa y el Quebranta parece que va para largo.

El matrimonio australiano, de Queensland, así como el inglés, comentan entre ellos que en sus respectivas familias el fútbol no tiene cabida ya que siempre se ha respirado rugby por todos los poros y de ahí que vieran la llegada del rugby a Aínsa como una bendición. Hugh, el australiano y Félix, el inglés, demuestran que no hace falta hablar el mismo idioma para jugar como los ángeles a este deporte y se les ve totalmente integrados en el grupo.

 

Más allá, otro grupo de padres comentan también el partido. Son de Monzón y Huesca y para ellos, el rugby no existía hasta hace dos años. Pero gracias unas veces a las promociones de los colegios y otras, al efecto boca a boca, sus hijos acabaron diciendo “¿Papá, me puedo apuntar al rugby?”

Uno de ellos comenta que sus dos hijos mayores juegan a fútbol desde hace años, pero que él no va nunca a verle jugar ya que “no soporta el ambiente de los padres”. Otro asiente y después comenta los muchos niños que vuelven llorando a casa tras un sábado más sin jugar “porque no dan el nivel”. Coinciden todos en que en el rugby no han visto nada de eso, que todos juegan porque todos son importantes, sobre todo los niños gorditos que en otros deportes marginan.

 

 

 

La mañana ya llega a su final cuando llega el autobús de Zaragoza con los equipos sub16 y sub18 del Club Deportivo Universitario. Éstos son de los pocos clubes en Aragón que también tienen una cantera trabajada y gracias a ello se podrá jugar a 15.

El resultado del primer partido no es favorable a los intereses del Quebranta y se cosecha una derrota. El Uni es un buen equipo, con un prometedor medio de melé y muchos jugadores en la Selección Aragonesa.

En cambio, en el segundo partido las fuerzas están más igualadas y es finalmente el Quebranta sub18 el que se lleva el triunfo.

 

Los chavales están agotados por la intensidad de la mañana. Los que aún tienen ganas de más se quedan a ver el partido del senior contra Gigantes de Navarra que acaba en victoria holgada (una más) del Quebranta que se mantiene en la lucha por la liga. En las caras de los niños y chavales se les nota que muchos sueñan con ser ellos los que algún día defiendan la camiseta del senior

 

A la hora de recoger, toca también hacer balance de la jornada de las escuelas y nadie mejor que Héctor Pérez, Director Deportivo del Quebrantahuesos para dar su opinión:

“Han faltado muchos niños, seguramente por el frío que ha hecho hoy, pero igualmente ha sido una gran jornada de Escuelas. Nos falta mucho trabajo por hacer para conseguir el objetivo que nos hemos marcado de lograr tener una escuela en cada municipio grande de la provincia.” De momento son dos las localidades que se resisten a iniciar una escuela, Barbastro y Binéfar.  “Lo hemos intentado por todos los medios pero de momento no ha habido respuesta. Sabemos que es cuestión de insistir pero la verdad que no damos abasto y en otras localidades como Monzón y Aínsa nos ha resultado más fácil. Próximamente vamos a volver a intentarlo en Barbastro, pero nos vendría bien que si hay gente interesada se pusiera en contacto con nosotros previamente”

 

El rugby ha calado hondo en la provincia de Huesca y aunque el Quebrantahuesos tiene mucho camino por delante, no cabe duda de que este proyecto ha venido para quedarse, atrayendo cada vez a más y más jóvenes (y no tan jóvenes) deseosos de conocer un deporte diferente.

Crónica Escuela vs Uni

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