DHC Vueling J7 CEU - QRC

Dura derrota que deja a los altoaragoneses un pie fuera de los playoffs por el título.

“No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos”

Orison Swett Marden

 

El pasado sábado se celebró en el campo de rugby de la Universitat de Barcelona (UB) el partido correspondiente a la séptima jornada de la DHC Vueling. El QRC llegaba en situación precaria a una cita crucial contra un rival directo, con una dinámica descendiente en los entrenamientos, y con un historial de lesiones en los últimos partidos que dejaba la convocatoria excesivamente corta en una ocasión única para acercarse a la zona alta de la clasificación. No obstante, ni los peores pronósticos podrían haber predicho una hecatombe como la que se vivió el pasado sábado en Barcelona. Los primeros minutos sirvieron para situar a cada equipo en el campo, un juego desordenado empezaba a castigar al QRC con un golpe de castigo (min 7, 3 – 0), aunque lo peor estaba por llegar. La delantera quebranta, otrora dominante, no conseguía encontrale el punto a la primera línea local, llena de jugadores veteranos y generosa en kilos. Por su parte, los tres cuartos se vieron continuamente desbordados por un CEU que se había estudiado muy bien el juego quebranta y golpeó donde más duele. Un apertura muy entonado distribuía, rompía y pateaba al hueco como si fuera una versión patria de Dan Carter. Los altoaragoneses, muy lentos en la presión defensiva, permitieron demasiado tanto a delantera como tres cuartos y los inevitables ensayos empezaron a caer del lado local (min 13, 18, 27). El Quebrantahuesos estaba a punto del “knock out”, pero una buena jugada de equipo, iniciada en la touch por Héctor, y finalizada por él mismo en el otro extremo del campo después de haber pasado por casi todas las manos quebrantas, devolvía la esperanza de la remontada (min 34, 22 – 7). Una esperanza que duró dos minutos, tras una patada taponada, el oval una vez más dictó su cruel sentencia y el bote favoreció al CEU, que consiguió ensayar su cuarta marca. Este ensayo acabó de minar la moral visitante, que acabó el primer tiempo con un desesperanzador 34 – 7. Salvo las melés, que se volvieron a equilibrar, nada funcionaba en el Quebrantahuesos; las touches, tan necesarias para relanzar el juego y generar situaciones de superioridad, se perdían de forma inmisericorde, los encuentros frecuentemente acababan con pérdida de balón, y los placajes quebranta brillaban por su ausencia. El CEU olió la sangre y se encargó de enterrar cualquier mínima idea de no ya una remontada, sino de una derrota honrosa. Para más inri, las lesiones de Willy, Dani Ferrer y Miguel obligaban al QRC a realizar cambios antes de lo deseado. Un CEU desatado siguió con su ritmo de ensayos (min 46, 51, 54, 58, 63), y ya solo quedaba ganar esas pequeñas batallas que se generan en el campo de juego, ese balón que se disputa, un placaje (al fin!) exitoso, conservar ese ruck, ganar (al fin!) una touch propia, frenar alguna de las acometidas locales, poder enlazar esa jugada “cantada” hace 15 minutos…en ese ejercicio de aislamiento de la cruda realidad, el QRC poco a poco se encontró a sí mismo, y devolvió un pequeño golpe al CEU con un nuevo ensayo (min 72), esta vez por parte de Kevin Manero, cerrando definitivamente el marcador en un bochornoso 72 -12.

Hay quien pudiera pensar que la temporada está ya cerrada después de una derrota tan abultada frente a un rival directo, pero quedan cuatro partidos para poder demostrar y demostrarse que el QRC está en esta liga por méritos propios y que no fue flor de un día esa sensación de que “si se quiere, se puede”. No obstante, urge un ejercicio de autocrítica en cada uno de los integrantes de este joven club, no solo de los valientes que se lanzaron a las fieras y capearon el temporal durante los 80 minutos, sino de aquellos que no llegaron allí o no aportaron ese granito de arena para que el Quebrantahuesos, representado por sus jugadores en el campo, no pudiera dar lo mejor de sí mismo. Un ejercicio de pensar el porqué de esta situación, por qué no salieron las touches, por qué no funcionó la presión defensiva, por qué en un club con más de 50 fichas, hubo solo 18 convocados al partido, por qué cuando dicen equipo deberían decir club. Un club es mucho más que un equipo, se alimenta de sus escuelas, de sus voluntarios, de toda la gente que va a entrenar para mejorarse a sí mismo y a sus compañeros, de una junta directiva que se estruja día sí día también para solucionar ese nudo gordiano que son dos equipos masculinos y uno femenino en un campo con instalaciones precarias y entrenamientos en dos ciudades separadas por 60 kilómetros. Un club que está donde está por la pasión de sus soci@s/jugador@s, pasión que ahora más que nunca se necesita para devolver al QRC a la senda de la ilusión que siempre le ha caracterizado.

El próximo sábado el Quebrantahuesos recibe al Barça Blau, una ocasión inmejorable para vivir una jornada de hermandad y de club en el campo de los sotos, donde se juntarán el pasado, presente y futuro del Quebrantahuesos Rugby Club. Os esperamos.

 

XV Inicial: Febas, Mochu, Diego, Noel, Kevin, Willy, Heko, Mallén, Miguel, Arnau, Moner, Dani Ferrer, Aitor, Pelocho, Felipe. También jugaron Christian, Satán y Gabi.

Puntos quebranta: 1pt Kevin, 2pts Arnau, 3 Pts Gabi. Teletubbie al capitán para no dárselo a otra persona. HPHQEC al apertura local, unos cuantos hemos tenido que encargar unas cuantas caderas ortopédicas por su culpa.

 

DHC Vueling J7 CEU - QRC

DHC Vueling J7 CEU - QRC