Gran jornada de rugby en la que los "Quebrantahuesitos" de toda la provincia se juntaron para compartir su deporte favorito, y donde los senior pelearon con garras y dientes contra el Vilafranca RC
Crónica del Primer Encuentro Provincial de Escuelas Quebranta 2022 y del partido sénior entre el Quebrantahuesos RC y el RC Vilafranca
El helado campo de rugby de Monzón amaneció con los preparativos de la que sería una gran jornada de rugby. A las 11 de la mañana empezaba un encuentro que juntaría a las diferentes escuelas que el QRC tiene repartidas en toda la provincia de Huesca, algo necesario para que los niños y niñas que comparten esta misma pasión y también mismo equipo, se conozcan y sientan los colores del club juntos. Hasta allí se desplazaron quebrantas de Huesca, Jaca, Aínsa y Monzón, y pudieron disfrutar de los juegos y partidos que los formadores del Quebrantahuesos Rugby Club les tenían preparados. El ambiente era inmejorable, y muestra de ello es que la mayoría de los asistentes se quedaron a comer para apoyar a los mayores, que jugaban a las 15:00 uno de los partidos más difíciles de la temporada.
Crónica QRC – RC Vilafranca
“El triunfo no está en vencer siempre, sino en nunca desanimarse”
Napoleón
“En toda batalla, en todo asunto, existe una ocasión, a veces muy fugaz, de ser vencedor”
André Maurois
El pasado sábado se disputó en el campo de los Sotos de Monzón el partido correspondiente a la tercera jornada de la DHC, donde el Quebrantahuesos Rugby recibía al RC Vilafranca. El Vilafranca es un club muy joven (2020) pero con una ambición manifiesta de convertirse en equipo de división de honor, la máxima competición a nivel nacional. De hecho, la estructura y plantel del equipo senior es de corte semiprofesional, con jugadores procedentes de medio mundo (Argentina, Colombia, Georgia, Rumania, Namibia). La ley de la competición obliga a que un equipo de nueva creación pase por todas las categorías hasta que alcance la adecuada liga para el nivel que se le presupone. En la fase previa, el Vilafranca promedió 61 tantos a favor por partido, y tres equipos decidieron no comparecer al partido contra ellos; durante las dos primeras jornadas le endosaron 65 puntos al Barça Blau y 71 al INEF Lleida. Por el contrario, el QRC venia de sufrir dos dolorosas derrotas y estaba con el ánimo bajo mínimos tras unas semanas difíciles de preparación física y técnica. En ese escenario, la visita del Vilafranca se presentó como la tormenta perfecta: al momento se le podrían aplicar multitud de ejemplos mitológicos como David contra Goliat, históricos como la resistencia de Numancia frente a Roma, fílmicos como Braveheart, literarios como El hobbit, o incluso deportivos como cualquier partido de los All Blacks en Europa.
Un partido así es muy complicado de gestionar a priori, ya que la superioridad física y técnica se presupone tan grande que solo queda apelar a la famosa “rasmia” aragonesa. Y así fue. La primera jugada del partido indicó las intenciones del QRC de no claudicar mediante su mejor arma en batalla, la melé. Los visitantes sacan de inicio y el balón sale directo. Heko, el capitán no lo duda ni un segundo y pide melé. Tras una primera melé que se derrumba, la segunda da sus frutos, golpe de castigo a favor de los altoaragoneses. Ese primer pequeño triunfo cimentó la confianza de los quebranta a vender cara su derrota. Los ensayos del Vilafranca se fueron sucediendo (min 6, 7, 20, 22, 32, 34, 36, 39) gracias a su poderío físico y juego de continuidad, al que los quebranta solo podían parar brevemente a fuerza de arrimar hombro y ser solidarios con los compañeros. Las melés seguían siendo un respiro para los locales, y el touch-maul comenzó a hacer algo más de daño a los visitantes. Con el segundo tiempo y tras ocho ensayos en contra, el Quebrantahuesos no se desanimó y siguió a lo suyo, a sus pequeñas batallas, un placaje ganador aquí, un robo de balón allá, un balón pescado, un contrataque que ganaba veinte metros… pequeñas batallas que no ganarían la guerra, pero llenaban de calor a los espectadores que tras un inicio frío se convirtieron en el jugador número 16 del equipo con su empuje. El Quebranta iba de menos a más y el Vilafranca entró en un momento de “ni quiero ni puedo”. Y en estas que llegó el minuto 66. El Quebrantahuesos estaba en 22 contraria, el Vilafranca llevaba dos golpes de castigo en contra por infracciones en la melé, uno de sus pilares expulsado por faltas reiteradas. La posición del golpe daba seguridad para que los altoaragoneses pidieran tiro a palos y se aseguraran los 3 puntos del honor, pero el capitán, una vez más, coreado por todos los asistentes dijo “melé”. Melé, melé y más melé. Que desayunen melé, merienden melé, cenen melé y cuando se vayan a dormir, solo piensen en la melé quebranta. El Vilafranca no pudo más y tras un nuevo golpe, el árbitro indicó en ansiado ensayo de castigo, una recompensa coral por un esfuerzo de todo el equipo, pero sujeto por los hombros de sus tres primeras líneas, mayúsculos durante todo el encuentro. Durante el resto del partido, el QRC siguió jugando en campo contrario y solamente los contragolpes letales del Vilafranca hicieron mella en el marcador, que tras el pitido final se situó en un definitivo 7-83. Resultado abultado, que vistos los precedentes supo a gloria a los locales, y consiguió despertar el orgullo de un equipo aletargado por el sopor invernal.
Queda mucho trabajo por realizar, y es necesaria una vuelta a las rutinas de entrenamiento que llevaron al QRC a clasificarse para la DHC, pero ese coraje que estaba escondido los últimos partidos ha vuelto a resurgir y se espera que solo vaya a más. El próximo sábado toca visita difícil al feudo del CEU, un equipo que castigó duramente al QRC en su último enfrentamiento y sobre el cual es necesaria la mejor de las actitudes para poder sacar algo positivo de esa visita.
XV Inicial: Dueso, Mochu, Grumpy, Franco, Satán, Gru, Heko, Mallén “el koala”, Miguel, Bardina, “il Senatore” Gonzalo, Chucho, “smiley” Eddie, “Jaque” Mate y Gabi. También jugaron Febas, Nico, Iván, Panoramix y Jarne