Crónica del primer partido de liga aragonesa entre el Íbero y el Quebrantahuesos categoría senior
Crónica Ibero RC 26 – 27 Quebrantahuesos Rugby
Un misterioso aforismo del Tractatus de Wittgenstein enuncia que “ética y estética son lo mismo”. Lo ético se argumenta en la praxis; el arte lo hace a través de la poiésis, o creación, ya definida por Platón y Aristóteles. En rugby, el mayor estandarte de esta corriente son los All Blacks, donde no solo presentan un registro envidiable de victorias a lo largo de su historia (77.13% de media en 120 años), sino que son vanguardia e imagen del rugby vivo, a la mano y con continuidad. Ética y estética. No obstante, no siempre se cumple este axioma; los Springboks son conocidos por un tipo de juego correoso, duro, al límite del reglamento, que no deja respirar al contrario y que en numerosas ocasiones depende de patadas defensivas y del acierto de su apertura en conseguir puntos desde el pie, no es estético pero es ético, consigue aplicar un plan establecido dentro de las normas para alcanzar su objetivo. Quien buscara algo similar el pasado sábado en el CMD Cañada en Zaragoza se quedó con las ganas; salvo en contadas ocasiones el QRC no fue ni ético (práctico) ni estético.
Los inicios de liga son siempre complicados y este año no podía ser una excepción. Una pretemporada corta con un solo partido (de calidad, eso sí) convertía a este partido en el segundo de pretemporada de facto, los jugadores aún no habían completado los minutos de juego necesario y eso se apreció en el inicio de juego. Un Ibero RC muy enchufado y con las ideas claras de juego apuró al QRC, arrinconándole en su 22 durante el primer cuarto. Las infracciones visitantes se sucedían y el ensayo era inevitable. Finalmente, el ensayo llegó, aunque el castigo pudo ser mayor, y solo el buen oficio en la defensa en abierto de los altoaragoneses privó de una mayor ventaja a los locales. Una vez recibido la bofetada inicial, el QRC consiguió activarse, y partiendo del juego estructurado, empezaron a dominar en posesión y territorio, hasta que igualaron el marcador con un saque rápido de golpe. Ibero reaccionó gracias a errores no forzados en la 22 visitante y con otra acometida, se coló con un ensayo de maul bien trabajado. El Quebrantahuesos iba a contracorriente, incómodo, no encontraba su juego y solo pinceladas de calidad conseguían ver que el rey está desnudo, esto es, el Ibero era también vulnerable, pero hacía falta conservar el balón, trabajarlo, amasarlo como un buen panadero y acabar de darle la forma y el punto adecuado. No era el día de la estética, pero aun así, se pudo ver destellos de calidad, como el del segundo ensayo, donde Gabi, que recibió un balón dividido, se coló lo suficiente como para descargar en Kevin para que plantar el oval y dejara el marcador en empate técnico al descanso (12-12).
Los cambios en delantera dieron sus frutos al Quebranta y el partido cambio completamente de escenario; ahora la melé dominaba brutalmente y las ventajas de infracción local se sucedían, el QRC tenía su plataforma de lanzamiento y empezó a verse algo más de fluidez y continuidad; no obstante, una vez más errores no forzados hicieron mella y debido a una mala toma de decisiones en 22 propia, los locales se adelantaban nuevamente. El QRC no acusó el golpe y siguió buscando esa continuidad en el juego y la dominancia en la melé. Esta parte del encuentro se caracterizó por un juego muy trabado, y poco vistoso pero del cual el QRC sacó petróleo con dos nuevos ensayos que le ponían 5 por delante en el marcador (19-24). Quedaban más giros del destino y un balón interceptado (nuevo error no forzado visitante), acabó en un ensayo a pie de palos del Ibero, que les ponía en un 26-24 a falta de menos de 5 minutos para el final. EL mazazo fue tremendo, y casi definitivo, pero la entereza de los jugadores visitantes y la paciencia para no precipitarse y perder el balón fue fundamental para aguantar la jugada viva hasta la infracción local, a 40 metros de distancia. A Ángel no le tembló la pierna y transformó el penal para poner al QRC por delante (26-27). Dos minutos quedaban de juego, pero los altoaragoneses mantuvieron la posesión hasta el pitido final.
Varias lecciones pueden sacarse del partido. La primera es que el QRC aún le falta rodaje para poder imponer su juego, aunque cuando saca los dientes es imparable. La segunda es que la tenacidad de este equipo da una idea de su evolución y aprendizaje en ligas altamente competitivas como la catalana, pero no regala títulos, estos habrán de ganarse con juego. Además hay que agradecer la paciencia a nuestro nuevo capitán (Chucho) que tuvo que lidiar con un partido tenso e igualado y con demasiado ruido de fondo. Y la última, quizás no fue ni ético ni estético pero una victoria siempre sabe mejor que una derrota. Ha sido importante empezar con buen pie esta nueva temporada, y ganar en confianza para los retos que hayan de llegar las próximas jornadas.
XV Inicial: Dieguito, Victor, Lodri, Satán, Kevin, Diego, Febas, Angel, Miguel, Heko, Gabi, Chucho (c), Bardina, Palpatine, Arnau. Finishers: Mochu, Florín, Pano, Rubén, Du-pont, Jarne