Los aragoneses se impusieron al combinado navarro mediante un juego vistoso y efectivo en una jornada marcada por el homenaje a su primer capitán, Enrique Adrián Ceballos “Pipino”, recientemente fallecido
El Quebrantahuesos Rugby Club firmó este fin de semana un estreno soñado en su campo, imponiéndose con autoridad por 66-0 al conjunto Gigantes de Navarra/Funes, un equipo que surge de la unión de dos clubes navarros con el objetivo de fortalecer el rugby en la comunidad vecina.
La jornada, sin embargo, tuvo un significado mucho más profundo que el meramente deportivo. Antes del pitido inicial, el estadio guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de Enrique Adrián Ceballos “Pipino”, primer capitán del Quebrantahuesos y figura muy querida en el rugby aragonés. Jugadores, cuerpo técnico, familiares y aficionados se unieron en un homenaje sencillo pero cargado de sentimiento, recordando el legado de liderazgo y pasión que “Pipino” dejó en el club.
Ya en el terreno de juego, los aragoneses demostraron que la mezcla de juventud y veteranía puede ser un cóctel explosivo. Desde los primeros compases, el Quebrantahuesos impuso su ritmo y su orden, con una delantera sólida en las fases estáticas y una tres cuartos inspirada que supo encontrar espacios en la defensa rival. Los ensayos se sucedieron con fluidez, reflejo de un juego vistoso, rápido y efectivo, que hizo disfrutar al público presente en las gradas.
Pese a la diferencia en el marcador, los Gigantes de Navarra/Funes mostraron actitud y entrega durante todo el encuentro, evidenciando un proyecto con futuro y con la ambición de consolidarse en la competición.
El Quebrantahuesos, por su parte, cerró una jornada redonda: debut con victoria, buenas sensaciones y un tributo merecido a uno de los hombres que ayudó a construir la historia del club. La sonrisa colectiva al final del partido fue el mejor homenaje posible a “Pipino”, cuya memoria seguirá viva cada vez que el ovalado ruede por el césped aragonés.